María Luisa Martín del Burgo Carrero

Desde 2010 he participado como voluntaria en diferentes proyectos de la organización; quizá el más relevante haya sido hasta ahora el estudio de costes del Programa de Atención a Víctimas de Violencia de género en Mauritania, cuya primera fase se desarrolló entre 2019 y 2021. Actualmente se está diseñando la segunda parte de este, y espero que sus resultados den nuevas oportunidades a las personas titulares de derechos de este país.

En línea con estos intereses, me es grato comunicaros que desde octubre de 2019, formo parte del grupo África.

Durante 2020, conocí de primera mano la labor de Médicos del Mundo España en la pandemia y ello motivó una ilusión e interés tal que en otoño de ese año me presentase a las elecciones a miembros de la Junta Directiva. Los votos obtenidos me permitieron formar parte de ella durante dos años participando en la vocalía de Calidad e Innovación y en otros proyectos, así como en las decisiones políticas.

Respecto a mi aportación técnica  a Médicos del Mundo, tal como ya anuncié en las pasadas elecciones,  considero que mi perfil de experta en análisis cuantitativo, mis conocimientos de contabilidad pública y mi formación complementaria como economista de la salud pueden aportar argumentos de peso en la incidencia política de los proyectos de Médicos del Mundo para la implantación de proyectos  nacionales e internacionales, desde el momento en que la financiación de las políticas de mejora y/o acceso universal a la salud es uno de los ejes sobre los que se fundamentará la decisión final de la puesta en marcha de las mismas.

Y más importante aún, tras estos dos años en la Comisión Permanente he tenido la oportunidad de acercarme a los espacios políticos de decisión de la organización, y pienso que  es imprescindible una revisión de las dinámicas internas de la misma; en ello he trabajado durante estos dos años, y la decisión de presentarme es fruto de mi voluntad por continuar en esta tarea: fomentar que las diferentes perspectivas se perciban como oportunidades para avanzar y crecer, priorizar la escucha y el debate, entender la negociación para llegar a acuerdos como el espacio en el que cederemos cada un@ algo para ganar tod@s un todo… Fomentar el trabajo en equipo, es decir, avanzar de forma conjunta en cada una de las líneas de la organización, de manera que  compañer@s del ámbito asociativo y técnico participen simultáneamente en los diseños y desarrollo de las mismas, asumiendo cada un@ la diferente labor que le corresponde en las mismas.

Consolidado este marco de confianza y respeto, estaremos en condiciones de llevar a cabo una reflexión madura sobre nuestra esencia asamblearia y cómo tal esencia puede perdurar y enriquecerse desde experiencias innovadoras.

Otra cuestión que ya se está abordando y que considero prioritaria es la atención máxima a la sostenibilidad de Médicos del Mundo. Cuánto y cómo crecer de manera responsable, a partir de análisis rigurosos y compartidos en Pleno y asamblea. Herramientas como el cuadro de mando permitirán un seguimiento adecuado y consistente del presupuesto.  La sostenibilidad es un punto clave que habrá que trabajar intensamente en el corto medio y largo plazo.

Estas son a mi parecer las líneas programáticas de política de base en las que deberíamos centrar nuestros esfuerzos en los próximos años, para poder dar respuesta a las situaciones dramáticas que este siglo está generando y que suponen que nuestras personas titulares de derechos están cada vez en posición más desfavorecida.

En un escenario tal, pertenecer a Médicos del Mundo, desde la posición que el resto de compañer@s de la organización me asigne, será de veras un motivo de orgullo personal.